lunes, 8 de noviembre de 2010

Sonata El mar, en amarillo marrón y verde... se mueve con eternidad al otro lado de mi ventana. Los mirlos en vuelo bajo, Bethoven sobre Elisa, la nube migratoria, constante.

 El pasado me trae en otoño y no recuerdo que... 

 La tierra húmeda, en su jardín, mi borrasca favorita. 

La luz gris del recuerdo a medio paso de la puerta, la luz gris... y yo, no recuerdo que... 
Lunes de adagio sostenido, ropa fría en la cuerda, ladrillos tatuados de hojas, nombres... y yo, en costumbre, no recuerdo que decían.

1 comentario:

BeatrizMArranz dijo...

No puedo creer que hayas actualizado. La hurañez del que lo esconde eh?
Preciosa.
Llena de connotaciones en mi mente de receptora semianónima.

Sólo una cosa malosa, pero con corazón bondadoso, mi amigo "Beethoven", lleva dos es. :P
Siempre amé la "Para Elisa" al igual que "Claro de luna".
Y los días de borrasca, víspera de resplandores.

Un abrazo, como siempre.
Silenciosa a gritos, yo.