lunes, 31 de agosto de 2009

A contrarreloj


Si el cenicero se llena
hasta el final del verso
y el tiempo no corre
hacia la puerta de atrás
empezaré a tener esperanza.


Algo sucio en los bolsillos
siempre es algo en los bolsillos.


Tengo fe en los días
en los que no hay
tinta en la pluma ni el tintero.


Al poeta nunca
se le finaliza el contrato
aunque no tenga nada que decir
aunque las cenizas lo bañen
y las colillas quemen sus dedos.


Tengo fe en los días
en los que no hay
tinta en la pluma ni el tintero.

1 comentario:

Enrique Gracia Trinidad (EGT) dijo...

Me gustan tus poemas pero especialmente este.
Adelante.